miércoles, 31 de marzo de 2010

T [ Turn Off ] Darío Roldan (1987)


Ahora podemos ser delirantes delirando Pasados advertidos por temerarios de traje
sastre Ahora podemos consentir el hecho de morir jóvenes con la venas abiertas evaporando el alcohol de nuestros ojos rotos en al presencia del dios encadenado con astillas de sal Podemos creer que no morirá nuestra madre y nuestro padre no se hará viejo Que nuestros hermanos no son parte de la corriente que nos arrastra con hilos de alambre oxidado hacia la destrucción de la nada Cuando supimos ser un par de manos curtidas por la mugre del suelo de la pirámide con la punta mocha Cuando aprendimos a bajar la cabeza cerrar la boca y rascarnos el silencio No es una buena forma de vivir la juventud La juventud es sangrar por los errores de mis actos y los errores de mi generación Quien dice que nos equivocamos por ser salvajes rojos comunistas quien dice que no sabemos vertirnos* como un cosmos liquido en la copa de la tierra Ni hablar Ni escribir Ni hacer poesía Quien dice que son mamadas cuándo estamos en contra de los gajos de la perversión poética Del capitalismo cultural



Me amarrare a una escoba y volare hasta las ciudades infinitas que no se pierden en el tiempo de los callos de la tierra Tragare fuego para destruir mis tripas Y ya no sentir el trago agrio de agua muerta De criticas imbéciles En una pared de cuatro desfiladeros absurdos que exterminan a jóvenes para alimentar como combustible ardiente a la boca de los cerdos santos Que vomitan mis dedos los vuelven a tragar y los escupen al desfiladero rojo ¿Me amarrare a un árbol y esperare a hacerme viejo? Para no vomitar y volver a tragarme mi asco seco Efervezcamos efervezcamos con la espuma infinita de las cervezas que sube hasta el cielo liquido Efervezcamos como las raíces al aire de un poema escrito con los dedos cortados Efevezcamos como si fuese la única y la última vez que recitaremos las letras de nuestra boca geométrica** Que escucharan los oídos viejos y nuevos Que escucharan los niños eléctricos de todas las generaciones de la tierra con sus oídos transgénicos y sus padres hipnóticos de un rincón perdido del planeta de los sueños procesados por el arquitecto-maquina de las ciudades grises Que infartan los telescopios estelares del hígado del universo De los gritos viscerales de la via láctea efervezcamos…


… como nuestro último aliento Como nuestra efímera voz Turn off.


*Verter
**Retomo la frase convexa del título de la plaquet de David Meza “En la boca de la Geometría”

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