The mexican hampa.
Sirenas roji-azules hicieron un alto. “Chavos, iban a exceso de velocidad”.
Bang bang y dos policías muertos quedaron.
Gritos en el parque, mujeres corriendo, empujando carriolas y con el alboroto, los niños gritando. La radio sonando, haciendo temblar el BMW robado al ritmo de Snoop Dog. Dos pequeños gansters en camiseta rapeando, no se sabe si entienden el idioma ingles, y el aire tenia el suave aroma de la verde esperanza. Bocho tuneado en la luz roja, el BM revolucionado, dando acelerones que ni bocho ni carro lujoso escucharon, mucho sistema de audio opaco los motores. Cypress Hill a dúo con Control Machete, reventando los oídos de los amigos bocho maniacos. Se vio cuando el mismo verde esperanza suplía al rojo de los campos de batalla, en una esquina de la gran ciudad. Tres disparos y un amarrón se escucho, los que vieron cuentan que el bocho gano. También cuentan que frente a un micro, maniobra policiaca vieron del BM azulado y dos grandes cañones bajaron, antes que piernas y testa, con portezuelas abiertas. Se escucho un disparo y dicen que solo con grúa, la micro se volvió a mover.
Derrape y humo sobre el asfalto, sangre por los escalones del micro corrió, traga fuegos y faquires asustados jamás se vieron y el jabón en los parabrisas al viento se seco.
Los mirones dijeron que del auto a tres calles bajaron, dos gansters mexicanos con traje sastre y corbatas de moda, acompañaron zapatos de gran calidad, no me atrevo a decir de horma italiana porque la historia seria, chisme de verdulera despechada. Los federales de moda, acordonaron la zona y soldados morenos fueron movilizados.
Algunos oídos ahora han hablado y han dicho que a Snoop Dog escucharon, otra vez dentro de un auto robado. Los disparos sonaron, un valiente quedo acribillado, sin cartera y pantalones lo dejaron atado. Ojos curiosos también han hablado, diciendo que un mensaje dejaron clavado: “somos los gansters mexicanos y venimos armados”.
Algunos sugieren que se trata de un brazo armado, ¿Cómo es posible que a tantos se hayan echado?
Los titulares anuncian que los han agarrado, que eran dos locos demasiado drogados, pero en cada esquina Snoop Dog sigue sonando y los balazos siguen tronando. Ayer una tienda, hoy una abuela con su sangre la acera han manchado, los gansters libres andan y siguen drogados.
Carlos Ilich Carro Lozano /Julio 2009
